La malva es un gran antiinflamatorio que vive en nuestros jardines

Un estudio científico demostró que la malva es más poderosa que ciertos medicamentos para tratar la inflamación e infección de heridas.

La malva es una planta muy popular en los jardines y hogares chilenos. Esta hierba es apreciada por su aroma dulce que recuerda al limón y al toronjil, y que es ideal para infusiones. 

Proviene de Europa, pero en nuestro territorio la malva crece de manera silvestre en toda la zona central. Sus flores son delicadas y aromáticas, y atraen abejas e insectos polinizadores a los jardines. 

Es muy popular en el folklore del sur europeo, y en Italia existe el dicho “La malva te salva de todo mal”. 

La medicina tradicional utiliza las hojas de malva en infusiones para tratar malestares estomacales, diarreas, problemas respiratorios, tos seca y dolores menstruales. 

Aplicada de manera tópica, la malva puede ayudar a sanar rápidamente heridas, infecciones, abscesos y mastitis. Es tan efectiva, que se utiliza en animales grandes como caballos y ganado en general.  

Por su agradable aroma, esta hierba también se utiliza en infusiones para calmar la ansiedad, el insomnio y estados nerviosos alterados. 

Un estudio argentino del año 2009 descubrió que las pomadas elaboradas con malva son muy efectivas para reducir la inflamación en la piel y músculos debido a los aceites esenciales de esta planta. 

Según este estudio, la malva es más efectiva que ciertas medicinas antiinflamatorias no esteroideas, que son prescritas por médicos para tratar inflamaciones, fiebre, cuadros reumáticos y gripes, entre otros. 

Más del 25% de los productos farmacéuticos del mercado están elaborados a partir de plantas. Esto demuestra la efectividad de ciertas hierbas para tratar problemas de salud complejos de manera natural y al alcance de nuestro bolsillo. 

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