Responsabilidad Social
Por Agustín de VicenteCortinas Blackout para Minera Antucoya: un proyecto comunitario en beneficio de los trabajadores
Estas cortinas están destinadas a las habitaciones del personal propio y externo que trabaja en turnos de noche, lo que permite asegurar la oscuridad y un mejor descanso durante el día.
En un esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores y fortalecer las relaciones con la comunidad local, Minera Antucoya llevó a cabo una exitosa colaboración con el taller de autoayuda ‘La Esperanza’ de María Elena. Este proyecto, que vio a nueve talentosas mujeres pampinas confeccionando 1.800 cortinas tipo blackout, es un reflejo del compromiso de la compañía con el desarrollo comunitario y la empleabilidad local.
El propósito detrás de este proyecto era doble. Primero, proporcionar a los trabajadores condiciones óptimas para descansar al incrementar la oscuridad en sus habitaciones. Y segundo, impulsar la empleabilidad local al entregar esta gran tarea a un taller local.
Un desafío aceptado y superado
Las mujeres de ‘La Esperanza’, con edades que varían entre los 30 y 80 años, no solo aceptaron el desafío con entusiasmo, sino que también completaron el pedido antes del plazo estipulado. A pesar de no contar con máquinas de coser industriales, el taller adaptó sus herramientas y superó todas las expectativas. Cada cortina confeccionada lleva con orgullo una etiqueta del taller pampino, un sello de calidad y dedicación.
Para Minera Antucoya, el bienestar de sus trabajadores va más allá de la comodidad, por esa razón la importancia del sueño adecuado para la seguridad operacional, evita accidentes causados por fatiga.
Miriam Araya Tapia, presidenta del taller, reflexionó sobre la significancia del proyecto, “Conocemos la importancia de un buen descanso, especialmente en un lugar como María Elena donde el sol puede ser abrumador. Estas cortinas aseguran que los trabajadores puedan descansar adecuadamente”.
Finalmente, vale la pena destacar que este proyecto ha beneficiado no solo a las nueve mujeres involucradas directamente en la confección, sino también a todas las miembros del taller. Una porción considerable de los ingresos generados se reinvierte en la agrupación, asegurando su crecimiento y sostenibilidad a largo plazo.
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