Rescate y valorización de la frutilla blanca en Nahuelbuta: un tesoro en peligro

La producción actual de este escaso y apetecido fruto, ha sido posible en el tiempo, gracias al trabajo permanente de pequeños/as agricultores/as de las comunas de Contulmo y Purén

La frutilla blanca, también conocida como frutilla chilena, es un fruto único en sus características de aroma, sabor, dulzor, textura, jugosidad y suavidad. A pesar de su escasez, este producto sigue siendo altamente demandado debido a su valor intrínseco. Arraigada en los recuerdos de infancia de quienes la consumieron, especialmente en los alrededores de la Cordillera de Nahuelbuta, la frutilla blanca es endémica de Chile y ha sido históricamente comercializada y consumida en el país. A pesar de los desafíos que enfrenta, aún hay consumidores dispuestos a pagar precios elevados por este delicioso fruto.

Sin embargo, en las últimas décadas, la superficie de cultivo de frutilla blanca ha disminuido considerablemente. La erosión de los suelos, la competencia por el agua con las plantaciones forestales y la falta de un manejo agronómico adaptado han contribuido a esta disminución. Además, los efectos del cambio climático, como la crisis hídrica, el empobrecimiento de los suelos y los incendios forestales, han aumentado la presión sobre esta fruta única.

El rescate de la frutilla blanca

En respuesta a esta problemática, investigadoras de INIA Quilamapu ejecutaron un proyecto entre 2015 y 2018, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), con el objetivo de rescatar los ecotipos locales de frutilla blanca en el territorio de Nahuelbuta y fomentar su producción agroecológica entre los pequeños agricultores. El proyecto incluyó la multiplicación in vitro de 6 mil ejemplares saludables de frutilla blanca y su reintroducción en la zona. Además, se capacitó a los productores de las comunas de Contulmo y Purén para promover el cultivo de esta fruta patrimonial chilena.

Uno de los agricultores que participó en este proyecto fue Jairo Carvajal, cuya familia ha cultivado frutilla blanca en el sector Manzanal de Purén durante generaciones. En el marco del Día del Patrimonio 2023, Jairo invitó a su padre, Patricio Carvajal, a su abuelo, Aurelio Carvajal, y a su vecino, Sofanor Neira, a compartir experiencias sobre el cultivo de esta querida fruta. Durante la jornada, los agricultores destacaron las diferencias entre las condiciones actuales y las de décadas pasadas, cuando el suelo era óptimo para la producción. A pesar de los desafíos actuales, los agricultores no pierden la esperanza de que la frutilla blanca logre mantenerse y continúe siendo cultivada en la región.

El trabajo de rescate y valorización de la frutilla blanca en Nahuelbuta ha generado un impacto significativo en el territorio. Además de este proyecto, se han llevado a cabo otras iniciativas de rescate de semillas tradicionales en la región, como porotos, maíces y trigos. Estos esfuerzos se han documentado en el libro "Tukukawe", publicado en 2021, que recopila la valiosa labor de conservación y promoción de las semillas tradicionales.

COMENTA AQUÍ