Agricultura Responsable
Por Agustín de Vicente

INIA avanza en la búsqueda de técnicas para conservar cultivos complejos de resguardar a largo plazo

Compartir

Dos investigadoras viajaron al Centro Internacional de la Papa (CIP) de Perú, donde se conserva material genético a -196° C, técnica conocida como criopreservación y de gran utilidad para resguardar el patrimonio genético nacional ante escenarios complejos.

Una gran experiencia de aprendizaje fue la que vivieron las investigadoras del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Carolina Pañitrur y Mayelí Moreno, en el Centro Internacional de la Papa (CIP) de Lima, Perú, donde conocieron los principales aspectos de la criopreservación, una técnica que permite conservar material genético a temperaturas extremadamente bajas.

Según comentó Carolina Pañitrur, encargada del Banco Base de Semillas de INIA Intihuasi (Región de Coquimbo), “fue una tremenda experiencia el poder visitar un centro de investigación, como el CIP, que es reconocido a nivel mundial por ser el centro de conservación más grande de la papa y uno de los 15 centros internacionales del CGIAR, reconocidos mundialmente por su aporte en la investigación y conservación de los recursos genéticos para aumentar la seguridad alimentaria”.

Mientras, Mayelí Moreno, encargada del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales e Invernaderos de INIA Tranapuente de INIA Carillanca (Región de La Araucanía), destacó la experiencia ya que “da una mirada al futuro y concientiza la importancia de empezar, lo antes posible, a criopreservar nuestro patrimonio genético, en donde podemos encontrar múltiples soluciones a escenarios complejos que se presentan en el cultivo de las papas, generados principalmente por el cambio climático, sequías, plagas y enfermedades”.

En el curso, las investigadoras conocieron sobre las técnicas de la criopreservación y además hicieron un recorrido por el “GeneBank” del CIP. “Esto permitió tener una visión general de cómo ellos están trabajando, cómo llevan a cabo sus procesos para resguardar el patrimonio genético de la papa, camote y otros cultivos andinos, y cómo han logrado impactar en la pequeña agricultura y pueblos andinos, a través de la repatriación de estos cultivos “saneados” (libres de plagas y enfermedades) hacia las comunidades”, explicó Pañitrur. 

Un método para reforzar la seguridad y soberanía alimentaria

Las investigadoras coincidieron en las grandes ventajas de la criopreservación y como este método puede implementarse en los bancos de germoplasma nacionales para conservar las semillas que, hasta el momento, no se habían podido preservar a largo plazo, como tubérculos y semillas recalcitrantes, utilizando, además un menor espacio, en comparación con los métodos tradicionales de conservación.

“Es el método que está siendo utilizado cada vez más en diferentes bancos de germoplasma a nivel mundial.  La principal ventaja es que esta técnica permite conservar especies, a largo plazo, que no pueden ser almacenadas en un banco de semillas tradicional, por ejemplo, especies con semillas recalcitrantes o especies que se reproducen a través de esporas, como diversas especies nativas de Chile, amenazadas de extinción”, explicó la encargada del BBS, agregando que, “esta técnica es ideal para la conservación a largo plazo, de cultivos clonales como la papa, un cultivo tremendamente importante para la seguridad y soberanía alimentaria de nuestro país”.

Mayelí Moreno coincidió en que “la criopreservación constituye una herramienta para reforzar nuestra seguridad y soberanía alimentaria, resguardando por cientos de años plantas con óptimas condiciones fitosanitarias y completamente caracterizadas”.

Y si bien el Banco de Microorganismos de INIA ya está utilizado este método para la conservación, a largo plazo, principalmente de hongos, se pretende comenzar a implementar esta técnica para la conservación de cultivos clonales como la papa y de especies recalcitrantes.

Para ello, la colaboración con el Centro Internacional de la Papa (CIP) es fundamental. “Ellos son pioneros en la temática a nivel mundial, han realizado investigación en el área durante muchos años y, por tanto, actualmente cuentan con la metodología establecida para poder criopreservar cultivos como la papa y el camote. Nuestra intención es generar una alianza con este centro que nos permita comenzar a implementar esta tecnología, utilizando el modelo de la papa, para posteriormente seguir investigando la metodología para poder conservar otros cultivos o especies”, aseveró Pañitrur. Moreno, por su parte, indicó que “estoy convencida de que este curso representa el inicio de una importante vinculación entre ambas instituciones que permitirá potenciar aún más el cultivo de papa en nuestro país”.

¿Qué es la criopreservación?

La criopreservación es un método de conservación a temperaturas extremadamente bajas, llegando incluso a los -196° C, en nitrógeno líquido. Al mantenerse congelado, el material biológico, tales como semillas, embriones u otros tejidos, pueden permanecer “suspendidos” por largos periodos, ralentizando sus funciones vitales sin afectar su viabilidad.

Este material biológico se puede mantener conservado por tiempos indefinidos y en caso de ser necesario recuperarlo debe pasar por un cuidadoso proceso de descongelamiento.

Debido a sus ventajas, en comparación a métodos tradicionales, se está adoptando en bancos de germoplasma a nivel mundial, para preservar tanto microorganismos como plantas.

Si te interesa recibir noticias publicadas en ¿Cuál es tu huella?, inscribe tu correo aquí
Si vas a utilizar contenido de nuestro diario (textos o simplemente datos) en algún medio de comunicación, blog o Redes Sociales, indica la fuente, de lo contrario estarás incurriendo en un delito sancionado la Ley Nº 17.336, sobre Propiedad Intelectual. Lo anterior no rige para las fotografías y videos, pues queda totalmente PROHIBIDA su reproducción para fines informativos.

COMENTA AQUÍ

Un medio de comunicación desarrollado por Visual Producciones con mucho ❤️

Powered by Global Channel