Construcción Sustentable
Por Valentina Lagos , 26 de septiembre de 2025 | 09:40¿Cómo diseñar ciudades que cuiden la salud y el medioambiente?
Académica de Arquitectura de la UCSC sostiene que planificar espacios urbanos sostenibles es un reto ético y social que incide de manera directa en la equidad, el bienestar y la calidad de vida.
En el marco del Día Mundial de la Salud Ambiental, una de las reflexiones fue cómo proyectar ciudades que resguarden y protejan el bienestar humano y la naturaleza. Para Daniela Velozo, académica de la carrera de Arquitectura de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, esta profesión trasciende el mero hecho de solo diseñar edificios, es planificar cómo vivimos, nos movemos y nos relacionamos. “Una planificación que promueva barrios integrados, con acceso a áreas verdes y buena conectividad, reduce la necesidad de desplazamientos y, con ello, las emisiones asociadas al uso de combustibles fósiles”, afirmó Velozo.
Velozo subraya que una vivienda bien diseñada, con buena orientación, ventilación y aislamiento, reduce el consumo energético sin perder confort, algo crucial ante la pobreza energética que sufren hogares incapaces de costear calefacción, refrigeración o mantener condiciones térmicas adecuadas. “Mejorar la envolvente térmica, acercar la vivienda a servicios y transporte público, e incorporar control solar son medidas que reducen la carga energética del hogar, alivian el gasto mensual y aportan equidad y salud a las familias”, agregó.
La académica señala que las “mejoras verdes” deben implementarse con criterios de resguardo social. Los parques, ciclovías y renovaciones urbanas no pueden traducirse en el desplazamiento de quienes ya viven allí. También plantea priorizar movilidad de cercanía, drenaje urbano sostenible, reúso de aguas y vegetación nativa, y evitar construir en zonas de riesgo como áreas inundables o con remoción en masa.
Otro punto importante es abordar el carbono en todo su ciclo de vida, apostar por madera certificada, reutilizar materiales, la industrialización y emplear herramientas digitales como el Modelado de Información de Construcción (BIM) para anticipar consumos energéticos. Aun así, la experta comentó que la resistencia al cambio, tanto en empresas como en usuarios, sigue siendo un obstáculo transversal.
“No hace falta esperar la norma perfecta: fijemos metas medibles y documentemos resultados. Bien hecha, la arquitectura reduce desigualdades y hace más habitable la ciudad (..) Desenchufar artefactos cuando no se usan, ventilar para evitar hongos y enfermedades respiratorias o plantar áreas verdes para mitigar islas de calor son ejemplos concretos que mejoran la salud ambiental de las comunidades”. enfatizó Velozo.
A nivel internacional, destaca CopenHill, en la ciudad de Copenhague, Dinamarca. Es una planta de valorización energética que integra una pista de ski, senderos y un muro de escalada. “Más que un efecto vistoso, es un argumento: la infraestructura que solemos ocultar puede convertirse en un espacio cívico y educativo. Es una invitación a repensar nuestras propias obras urbanas con foco en bienestar y comunidad”, concluyó la académica.
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