Ecoemprendedores
Por Agustín de Vicente , 23 de octubre de 2025 | 00:41Chiquibaratín: el emprendimiento que da nueva vida a la ropa infantil
Con su lema “Nada se pierde, todo se transforma”, Chiquibaratín demuestra que los emprendimientos con propósito pueden generar impacto ambiental y social positivo desde la innovación y el trabajo colaborativo.
Reducir el desecho textil y ayudar a las familias a ahorrar en el vestuario infantil son los dos pilares que inspiraron a Ángela y Carla Carvajal, ingenieras y hermanas, a crear Chiquibaratín, una startup que fomenta el canje, compra y reutilización de ropa en buen estado para niños y niñas.
La iniciativa nació en abril de 2020, en plena pandemia, cuando una de las fundadoras estaba en postnatal y ambas buscaban una forma de emprender con propósito.
“Queríamos demostrar que vestir a los niños no tiene por qué ser caro, y que además se puede hacer cuidando el medioambiente”, recuerda Ángela Carvajal, ingeniera civil industrial.
De Instagram al e-commerce con alcance nacional
Lo que comenzó como una venta informal por Instagram y WhatsApp, con fotos y logística gestionadas por las propias fundadoras, hoy se ha convertido en un e-commerce consolidado con cobertura a nivel nacional, y un showroom en Providencia, donde se reciben y seleccionan las prendas.
“Las mamás traen la ropa de sus hijos en buen estado y reciben un crédito en ‘chiquimonedas’ para renovar el clóset infantil o, si prefieren, pueden optar a una transferencia de dinero”, explica Carla Carvajal, ingeniera civil en informática.
El modelo ha tenido gran aceptación entre mujeres entre 25 y 45 años, con estudios superiores, que valoran la economía circular y la posibilidad de ahorrar mientras cuidan el medioambiente.
Economía circular y sostenibilidad textil
El impacto ambiental de Chiquibaratín es notable: la empresa ha procesado más de 300.000 prendas, extendiendo su vida útil y evitando que terminen en vertederos o en el Desierto de Atacama, donde cada año se acumulan miles de toneladas de ropa desechada.
“Al reutilizar la ropa infantil se ahorra agua, se reducen emisiones y se disminuye la contaminación textil. En Chiqui, nada se pierde: las prendas descartadas se donan a una empresa que las transforma en paneles de aislación térmica”, destaca Ángela.
Para asegurar la calidad, cada prenda pasa por un riguroso proceso de selección:
- Tiki Taka: como nueva.
- Casi Tiki: con pequeños detalles, pero aún mucha vida útil.
- Descarte: con desgaste o manchas, destinada a reciclaje textil.
Crecimiento y apoyo al emprendimiento femenino
Chiquibaratín proyecta ahora su escalamiento nacional, con foco en automatización, branding y expansión logística. En su crecimiento ha sido clave el Instituto 3IE —incubadora de negocios de la Universidad Técnica Federico Santa María—, que las ha apoyado con mentorías, redes de contacto y acompañamiento estratégico.
“Emprender no es fácil, es un camino solitario, con altibajos emocionales. Pero el apoyo del 3IE ha sido fundamental, tanto en aprendizaje como en motivación. Siempre han estado ahí para ayudarnos a seguir adelante”, subraya Carla.
COMENTA AQUÍ
