La huella del Servicio Jesuita Migrante por los derechos de los niños

En el Servicio Jesuita a Migrantes nuestra misión es contribuir a la construcción de un Chile inclusivo e intercultural a través de cambios legislativos y culturales, que surja desde la experiencia, el acompañamiento y la orientación multidimensional.

En un esfuerzo constante por proteger y empoderar a los niños migrantes en Estación Central, Waleska Ureta, Directora del Servicio Jesuita Migrante, lidera una valiosa labor que va más allá de la simple asistencia. Su enfoque se centra en la defensa de los derechos de estos jóvenes, brindando apoyo, orientación y formando espacios de acogida.

Andrea Espinoza, Directora Social del Servicio Jesuita Migrante, también se suma a esta misión, proporcionando orientación socio migratoria y talleres específicos para la población Los Nogales en el Centro Comunitario. Este esfuerzo conjunto busca mejorar la calidad de vida de los niños migrantes y sus familias.

Doris Carrascal, encargada de Atención Social en el Servicio Jesuita Migrante, enfatiza la importancia de reconocer la voz de los niños en el proceso de migración y prepararlos para los desafíos que enfrentan. La migración no es fácil, y el impacto en los más jóvenes es una preocupación primordial.

Según datos proporcionados por el Servicio Jesuita Migrante, aproximadamente el 8% de la población de Chile es migrante. Los niños y niñas migrantes enfrentan una mayor vulnerabilidad en cuanto a la violación de sus derechos y a menudo encuentran dificultades para acceder a la educación.

El 6.6% de las matrículas del último año corresponden a niños y niñas migrantes, y en el año 2022, se registraron 4,492 ingresos ilegales de menores al país.

El Servicio Jesuita Migrante en Chile es parte de una red global presente en 53 países. Su misión es promover una sociedad más inclusiva y respetuosa, donde todas las personas, independientemente de su origen, sean tratadas con dignidad y sus derechos sean protegidos.

En un mundo donde las personas que migran suelen ser las más vulnerables, el Servicio Jesuita Migrante trabaja incansablemente para garantizar que se respeten y promuevan los derechos humanos. Su enfoque se basa en tres pilares fundamentales: Inserción, Reflexión e Incidencia.

Inserción: Significa trabajar directamente con las personas migrantes, conocer sus historias y necesidades.

Reflexión: Implica analizar las causas estructurales de la migración y buscar soluciones a nivel político y social.

Incidencia: Busca influir en la opinión pública y en la creación de políticas y leyes que promuevan la inclusión y la dignidad de las personas migrantes.

Este compromiso con los derechos de las personas migrantes se ha mantenido a lo largo de los años, desde los primeros pasos del Servicio Jesuita Migrante en Chile en la década de 1990. Su evolución y profesionalización han sido clave para abordar los desafíos actuales de la migración en la sociedad chilena.

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