Naturaleza Protegida
Por Brian Arredondo ArayaLos motivos para conservar la zona donde se quiere ubicar Dominga
El archipiélago de Humboldt está conformado por varias islas e islotes que presentan una biodiversidad única en el mundo. Comunidades científicas y pobladores buscan su conservación.
La filtración de los Pandora Papers , hecha por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación el 3 de octubre, expuso los secretos financieros de 35 líderes mundiales, de los cuales 11 están en ejercicio. En Chile, uno de los asuntos que reflotó fue la compra de la totalidad del proyecto minero Dominga por parte de la familia Delano a sus socios, entre ellos la familia Piñera Morel.
El monto total de la transacción fue de US $ 152 millones y el último pago estaba condicionado a “no establecer la zona donde se instalaría Dominga como zona de exclusión, parque nacional o reserva natural”, aun cuando son abundantes las investigaciones y argumentos del por qué ese lugar debe ser declarado zona de conservación.
Biodiversidad en peligro
Es quizás el argumento más documentado y potente para los científicos de la zona y el mundo. La reconocida fundación Mission Blue, identifica al archipiélago de Humboldt como uno de sus Hopespots, ya que es “uno de los lugares mas biodiversos y ecológicamente importantes de toda la costa chilena y el sureste del Pacífico”. A esta denominación, se suma la de Critical Ecosystem que incluye a gran parte de la zona costera de Chile como un punto caliente de biodiversidad o hotspot.
En este lugar, habita casi el 80% de la población mundial del pingüino de Humboldt, la cual se ha reducido drásticamente en los últimos años debido al cambio climático y a la acción humana, llegando a estar presente en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Distintas ONG han tratado de avanzar en la protección del archipiélago en su totalidad, ya que allí se encuentran importantes zonas de nidificación del pingüino de Humboldt. Otra especie del archipiélago que está en peligro es el Pato Yunco, el 90% de ellos vive en el sector.
Junto a las ya mencionadas, se pueden encontrar otras 67 especies de vertebrados terrestres y 59 de plantas vasculares reconocidas por la CONAF. En cuanto a las especies marinas, se pueden avistar delfines nariz de botella, ballenas, cachalotes y otros 15 cetáceos que convergen con mayor frecuencia en los meses estivales.
A pesar de ser uno de los lugares con más biodiversidad del mundo en cuanto a flora y fauna, 61 especies presentan algún grado de amenaza o están clasificadas en categorías de conservación, según datos de la ONG FIMA.
Zona frágil y presionada
En 2010 hubo otro hito en cuanto a la conservación, Sebastián Piñera hacía público su rechazo al proyecto termoeléctrico Barrancones, en lo que parecía ser un descanso para la comuna de La Higuera. En ese momento, señaló que “como presidente me siento inmensamente feliz y como ciudadano más feliz aún de poder preservar una maravilla, santuario de la naturaleza, que yo he podido conocer y disfrutar con mis propios ojos”, refiriéndose al sector de Punta de Choros.
Paralelamente, se tramitaban otros dos proyectos: Farellones y Cruz Grande. El primero, fue retirado por Codelco, mientras que el segundo ya se encuentra en construcción. En este sentido, no existen estudios de la zona que midan el impacto de más de un proyecto de gran escala en un espacio tan acotado.
Los habitantes y, en específico los pescadores, han solicitado por años que se declare al lugar como Área Marina Protegida, donde solo se puedan realizar labores de extracción no industriales, que no afecten al equilibrio entre la naturaleza y la actividad humana. A través de la participación ciudadana, los sectores turístico y pesquero han resistido al avance de las termoeléctricas y la minería a gran escala.
En Chile, ya existen experiencias de sectores costeros saturados que generaron un fuerte impacto en la población y el ecosistema, al punto de ser llamados “zonas de sacrificio”. Uno de los casos más emblemáticos es el de la bahía de Quintero y Puchuncaví, en donde comparten espacio al menos 10 fuentes contaminantes del rubro de refinación de cobre, generación de energía y gestión de sustancias químicas y combustibles. Otros casos son: Mejillones, María Helena y Freirina.
Límites de conservación estancados
La Reserva Natural Pingüino de Humboldt, declarada así desde 1990, compone junto a la Reserva Marina Isla Chañaral y la Reserva Marina Damas Choros los lugares que tienen algún grado de conservación en la zona conocida como archipiélago de Humboldt.
En las profundidades del mar pasa la corriente de Humboldt, la cual choca con el suelo marino cerca de Tongoy y asciende junto a grandes masas de agua fría que recorren toda la costa, a este fenómeno se le conoce como Surgencia y solo ocurre en algunas partes del mundo. En estas condiciones, el oxígeno y la comida es más accesible para algunas especies, por lo que la zona de interés de conservación es más amplia que solo las islas.
La Alianza Humboldt es una unión de organizaciones que buscan ampliar el área de conservación y mejorar las políticas ambientales de forma definitiva para evitar futuras amenazas de la biodiversidad. En su pagina web, existe un mapa con la zona que se busca proteger y que abarca desde Punta Pájaros, ubicada al norte de Caleta Chañaral de Aceituno, en la región de Atacama, hasta Punta Poroto, ubicada al sur de la comuna de La Higuera, en la región de Coquimbo.
Si bien existieron proyectos para ampliar la zona de conservación, estos no han avanzado. En 2010, la ONG Oceana planteó al gobierno propuestas para la proteger el archipiélago de Humboldt, las cuales pasaron al gobierno de Michelle Bachelet y nuevamente a Sebastián Piñera. Hasta hoy, aún no existen nuevas áreas de protección definidas .
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