Río Loa ¿cómo cuidamos al río más largo de Chile?

La agrupación Cuidemos El Loa se encarga de realizar actividades de recuperación y limpieza a favor de su biodiversidad.

Chile se caracteriza por los diversos y bellos paisajes que, a pesar de la variedad de seres vivos que conviven, se ven en peligro por la basura y contaminación.

El río Loa, ubicado entre la región de Tarapacá y Antofagasta, es el caudal de agua natural más largo del país. Este desemboca en el mar y da vida a un oasis como Calama, además de otros hábitats que sobreviven desde la cordillera a la costa.

Sus más de 400 km de cuenca no están exentos del peligro. Para difundir y promover su cuidado, Francisco Lizana inició con Cuidemos El Loa.

En su llegada a la comuna de Calama, el 2020, se convirtió en fiel amigo de la naturaleza en torno al río Loa. Durante sus momentos de contemplación, encontró con una gran cantidad de residuos domésticos en todo su lecho.

Por eso, con el afán de lograr generar conciencia en la comunidad, comienzó a generar registros audiovisuales para compartir en redes sociales e intentar motivar el cuidado y la empatía, en su perfil Cuidemos el Loa.

Su mayor motivación es conservar y proteger los ecosistemas, pues cree que desde hace años que el ser humano no disfruta de los paisajes naturales sin contaminar o irrumpir brutalmente en estos.

Cuidemos El Loa se encarga de realizar actividades trimestrales de limpiezas masivas a sectores aledaños cercanos al río. En las que también participan otras organizaciones y emprendimientos ambientales, que en conjunto se denominan Calama Sustentable.

Además, la municipalidad presta el apoyo logístico para poder hacer retiro de los residuos recolectados tras los operativos, en ocasiones gestión de frutas y agua para los voluntarios. 

Gracias a estas instancias y la información que publican, han logrado llegar a más personas y alcanzar grandes hitos. 

Por ejemplo “poder contribuir a que la comuna de Calama sea declarada en Emergencia Climática por el alcalde y el consejo municipal, y lograr que el sector llamado “Ojo de Opache” sea declarado prontamente como Santuario de la Naturaleza”, detalla el fundador.

Visita el Loa de forma responsable

La organización recomienda ser conscientes al momento de visitar los alrededores. Recalca Francisco que la clave está en “dejar el lugar que visitaron mejor de lo que lo encontraron”.

Es fundamental comprender que las colillas de cigarro, las tapas de cerveza son tan dañinas como las propias botellas, latas, bolsas plásticas y todos los residuos que abundan en el lecho del río.

Debemos llevarnos todo aquello que no pertenece a la naturaleza. Francisco comenta que “para dimensionar lo contaminado que está el río, en las limpiezas hemos encontrado neumáticos, ropa interior, platos rotos, piezas de vehículo, entre otras cosas absurdas”.

Todos podemos contribuir a que el Loa sea un lugar de vida y terapia, resistencia y esperanza, puesto que, en palabras de Francisco Lizana, cuidar el planeta es prolongar también nuestra propia existencia.

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