Cóndores en Chile: estudio reveló importantes datos de su comportamiento

Con un ecosistema progresivamente degradante que afecta no sólo a los cóndores sino también a nuestro propio entorno, se busca sensibilizar a la comunidad sobre la conservación de esta especie y su hábitat.

El cóndor, una especie que simboliza no sólo la majestuosidad de la naturaleza sino también la riqueza cultural y ambiental de Chile, ha revelado intrigantes secretos sobre sus hábitos a través del innovador proyecto Manku. Un estudio conjunto realizado por la Fundación MERI y la Unión de Ornitólogos de Chile ha revelado áreas previamente desconocidas de sus patrones de vuelo, rutas migratorias y zonas de alimentación.

El análisis detalla datos provenientes de un seguimiento satelital efectuado a siete cóndores, liberados post nacimiento en cautiverio o rehabilitación desde 2019. Dos de los destinos primarios de liberación incluyeron la Reserva Elemental Likandes y la Patagonia, cada uno ofreciendo una diversa paleta de ecosistemas para estas aves.

El vuelo de estas aves es tan variado como sus destinos. Se detectó que un cóndor de la zona central surcó los cielos a una altitud máxima de 4.510 metros, mientras que en la Patagonia, la altitud promedio es de alrededor de 700 metros.

Cóndores de la zona central: Un recorrido de 600 kilómetros

Se encontró que los cóndores liberados en la zona central prefieren realizar recorridos que abarcan desde la Región de Valparaíso hasta la Región del Biobío, manteniéndose en su mayor parte sobre la Cordillera de los Andes. Este viaje de unos 600 kilómetros en busca de alimento también los lleva a desplazarse hacia la cordillera argentina, revelando patrones de vuelo.

Cóndores de la Patagonia: menor Distancia, mayor Abundancia

Comparativamente, los cóndores liberados en la Patagonia viajan entre 100 y 150 kilómetros, posiblemente gracias a la mayor disponibilidad de carroña proporcionada por una significativa masa ganadera y presencia de guanacos.

Rellenos Sanitarios: Un Punto de Alimentación y Preocupación

El estudio también sacó a la luz la problemática dependencia de los cóndores hacia los rellenos sanitarios, especialmente en la zona central de Chile, debido a la disminución de ganado en la cordillera y, por ende, de carroña disponible. Este comportamiento presenta un riesgo tangible de intoxicación para estas aves, marcando la necesidad de una gestión de residuos más efectiva y consciente.

Con un ecosistema progresivamente degradante que afecta no sólo a los cóndores sino también a nuestro propio entorno, Fundación MERI y la Unión de Ornitólogos de Chile, hacen eco de la necesidad de sensibilizar a la comunidad sobre la conservación de esta especie y su hábitat.

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