Liberan a cuatro cóndores andinos en el Parque Nacional Patagonia para su incorporación al medio silvestre

Desde 2014 en adelante han sido liberados un total de 15 cóndores andinos en el marco del proyecto Manku.

El pasado martes 13 de febrero marcó un hito significativo para la conservación de la biodiversidad en Chile, con la liberación de cuatro cóndores andinos en el emblemático Parque Nacional Patagonia, en la Región de Aysén. 

El cóndor andino enfrenta desafíos significativos debido a la intervención humana y la pérdida de hábitat. Estas aves majestuosas, conocidas por su impresionante envergadura y papel crucial como carroñeros en sus ecosistemas, son fundamentales para la salud ambiental de la región. En Chile, la población de cóndores se concentra principalmente en la zona central y en la Patagonia, donde reside el 70% de estos aves.

Un proyecto de conservación integral

Los cóndores liberados, "Bagual" y "Chicoco", rescatados y rehabilitados, junto con "Cuyén" y "Eclipse", nacidos en cautiverio, han sido preparados para su reintroducción al medio natural tras un meticuloso proceso de manejo y recuperación. Este proceso incluyó rigurosos exámenes médicos y un periodo de aclimatación en un recinto de preliberación dentro del parque, enfatizando la importancia de adaptar a estas aves a su entorno natural antes de su liberación.

Cada cóndor liberado ha sido equipado con transmisores satelitales y de radio, herramientas vitales para el seguimiento de sus movimientos y la recopilación de datos ecológicos esenciales para su conservación. Este monitoreo permite evaluar su integración en el medio silvestre y actuar en caso necesario para asegurar su bienestar.

Un esfuerzo colaborativo

La liberación de estos cóndores destaca la importancia de las alianzas público-privadas en la conservación de la especie. La cooperación entre distintas entidades ha permitido no solo la reintroducción de estas aves al medio natural, sino también el fortalecimiento de las acciones de conservación a nivel nacional. Estos esfuerzos conjuntos sirven como un modelo para futuras iniciativas de conservación.

Fotografía: Marcelo Mascareño

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