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Por ¿Cuál es tu huella?Elon Musk, ¿gurú de la gestión?
¿Qué secretos guarda la mente de Elon Musk, uno de los multimillonarios más famosos del mundo? ¿Es acaso un gurú de la gestión? ¡Descúbrelo ahora!
Empresario, visionario, experto en tecnología… y un cabeza loca. Así lo describen muchos allegados a Elon Musk, un hombre que ha puesto a prueba la paciencia de sus inversores debido a su inapropiada actitud. Una forma de ser muy diferente de lo que se esperaría de un empresario «ortodoxo».
Sin embargo, y contrario a lo que muchos pudieran pensar, las acciones de Musk han sido elogiadas por un grupo selecto de personas: los jefes de las compañías y ejecutivos de otras empresas importantes como 7 Slots casino online.
¿Por qué el estilo tan feroz del propietario de SpaceX lo ha convertido en un «gurú» para muchos jefes en Silicon Valley? Descúbrelo ahora en el presente artículo.
Descifrando a Elon Musk
Elon Musk tiene una esencia donde predominan los claroscuros. De su intrincada cabeza han salido ideas brillantes e innovadoras. Algunas de ellas, como el proyecto de Hyperloop, un tren que viajará a súper alta velocidad a través de lo que parece ser un tubo hermético, han abierto las puertas para la experimentación en el área del transporte.
Otras magníficas ideas han marcado el inicio de una nueva era de exploración espacial, tal es el caso de la empresa SpaceX. Además, Musk ha liderado la investigación y el desarrollo de nuevos modelos energéticos que contribuyen al futuro de toda la raza humana. Esto lo ha conseguido gracias a la creación de baterías, coches eléctricos y sistemas de pilotaje automático.
Ni qué hablar de Tesla, con apenas la mitad de su mano de obra y habiendo sido socavada su producción, se ha convertido en una de las empresas más cotizadas, superando a la multinacional General Motors en cuanto a valoración bursátil.
Pero todos estos proyectos, por muy buenos que parezcan, pueden caer —y lo han hecho— debido a la actitud arrogante y completamente inapropiada del multimillonario.
Elon Musk, quien debería ser el principal y mejor embajador de todas sus compañías, acostumbra a salirse de los cánones establecidos. Continuamente hace declaraciones que lo convierten en blanco de las críticas: se ha enfrentado directamente con los directores de Twitter, ha considerado sacar a Tesla de la Bolsa de Wall Street, incluso se atrevió a beber wiski y fumar marihuana mientras lo entrevistaban para un podcast donde hablaban sobre aviones eléctricos. Lo más fuerte que hizo fue acometer a uno de los rescatadores de los niños que quedaron atrapados en Tailandia, tachándolo de «violador» y «pedófilo».
Personalidad extravagante, ¿una nueva estrategia de marketing?
Tal vez la actitud de Elon Musk sea una estrategia de marketing que el multimillonario ha implantado. No sería la primera vez que vemos algo así en el mundo de Silicon Valley. Aunque esa conducta podría llevarlo directamente hacia el fin de su propia parodia.
A él se lo había señalado como un gurú que debía llevar a la humanidad a un nuevo futuro tecnológico, algo así como un «mesías» de la era digital. No obstante, parece que se trata de otro genio que se jacta de sí mismo, pero, no por ello, una persona sin visión.
En una de las biografías de Ashlee Vance, se describe a Musk como una mezcla de pensamientos parecidos al de inventores como Thomas Edison, Henry Ford e incluso Steve Jobs.
«Intenso», esa es la palabra perfecta con la que Ashlee Vance describe al dueño de Tesla, diciendo, también, que Elon cuenta con una constitución enérgica nunca antes vista.
Con una fortuna que asciende a los veintiún mil millones de dólares, Elon Musk ha ido poco a poco sumergiéndose en una forma de vida bastante decadente, llegando inclusive a trabajar hasta 17 horas ininterrumpidas y consumiendo somníferos para poder descansar. De hecho, en una entrevista realizada por The New York Times, confesó que su vida es prácticamente un «infierno».
El caso de Twitter
En apenas dos meses de haber asumido su cargo como propietario de Twitter, Elon Musk despidió a la mitad del personal de la compañía, se deshizo de sus principales anunciantes, realizó una serie de cambios intempestivos, confrontó a muchos políticos mediante tuits erráticos y hasta declaró una guerra mediática contra Apple.
Cualquiera que lea esto pudiera pensar que se trata de un loco sin más, pero, aun así, los altos cargos ejecutivos lo apoyan firmemente.
Apenas unas semanas después de las acciones de Musk en Twitter, muchos de los más grandes directores, jefes y dueños de compañías tecnológicas expresaron su admiración por el magnate. Hasta Reed Hastings, director ejecutivo de Netflix, ha calificado a Elon Musk como «una persona valiente y creativa».
¿Qué podemos pensar? ¿Se trata de una persona a quien no le importan sus acciones y actúa sin medida o es acaso un genio incomprendido como muchos que han pisado el planeta? No lo sabemos. Miles de personas tienen a Elon Musk como un modelo a seguir y como un visionario del siglo XXI. Si ese es en verdad el caso, solo habría una forma de comprobarlo: esperar a que llegue ese futuro y ver cuál es su legado.
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