Productos orgánicos: ¿están libres de químicos?

En Chile, el uso de plaguicidas está permitido y regulado por el Servicio Agrícola y Ganadero.

Son muchos los productos, ya sean envasados o “frescos”, que se venden afirmando estar libres de ingredientes sintéticos. Sin embargo, esto no significa que no contengan algún tipo de químicos o pesticidas.

Jayashree Arcot, profesor de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, explicó que existen pesticidas aprobados para la agricultura orgánica, los que suponen un nivel de toxicidad menor a los más convencionales. 

En Chile existe una lista de plaguicidas permitidos y regulados por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Su uso provoca que muchos de los alimentos que creemos que provienen de producciones 100% naturales, no lo sean. No obstante, esto no presenta peligros para la salud.

"Se ha demostrado que los niveles de pesticidas que se encuentran en los productos que comemos son cien veces más bajos que la dosis más pequeña que podría ser dañina para los animales de laboratorio (…) Por lo tanto, la gente no debería alarmarse si no compra productos orgánicos ", afirmó el académico.

Beneficios de los productos 100% orgánicos

A pesar de que los pesticidas permitidos presentan bajos riesgos para la salud, un estudio mostró que pueden existir menos posibilidades de sufrir una enfermedad alérgica, sobrepeso u obesidad al consumir alimentos realmente orgánicos. 

Pese a esto, el profesor Arcot indicó que la investigación no fue concluyente, ya que los consumidores de alimentos orgánicos tienden a tener estilos de vida más saludables, lo que podría confundir la evidencia.

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Ahora, en cuanto al no uso de pesticidas, el mayor ganador es el medio ambiente. “Si bien la agricultura orgánica generalmente tiene menores rendimientos, tiene una huella de carbono más pequeña en comparación con la agricultura convencional, que es un gran emisor de gases de efecto invernadero”, agregó el académico.

Por otra parte, la recomendación para evitar el consumo de estos productos es leer las etiquetas con sus ingredientes y hacer investigaciones sobre lo que estamos ingiriendo o utilizando.

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