Noticias
Por Makarena CeledónArgentina prohíbe las salmoneras en Tierra del Fuego

El país se posiciona como el primero en el mundo en prohibir el salmocultivo.
En Argentina, la legislatura de Tierra del Fuego aprobó de manera unánime la ley que prohíbe la instalación de todo tipo de cultivo y producción de salmones en la zona.
El proyecto fue presentado por el diputado provincial Pablo Villegas, del Movimiento Popular Fueguino, y apoyado por organizaciones ambientalistas locales y nacionales, posicionando a Argentina como el primer país del mundo en prohibir la salmonicultura.
“La sanción de esta ley es una clara y contundente definición institucional que destaca la importancia que tiene para los fueguinos, la protección y conservación de nuestros recursos naturales, del patrimonio genético de nuestros seres vivos y de su ambiente para un desarrollo económico sostenible”, resaltó el legislador Villegas.
¿Qué dice la ley?
La ley modificada durante el trabajo legislativo prohíbe “el cultivo y producción de salmónidos en aguas jurisdiccionales de la provincia”, con el objeto de “asegurar la protección, preservación y resguardo de los recursos naturales, los recursos genéticos y los ecosistemas lacustres y marinos” de Tierra del Fuego.
Sin embargo, la prohibición no es absoluta, ya que contempla “actividades de cultivo para el repoblamiento” y reconoce “los proyectos existentes de acuicultura”.
INÉDITO EN EL MUNDO: Argentina sepulta la llegada de las #salmoneras en su lado de la #Patagonia. Hace instantes, la Legislatura de Tierra del Fuego aprobó de forma unánime la ley que prohíbe la instalación de cualquier tipo de cultivo y producción de salmones. pic.twitter.com/PO2cNDoAeD
— Greenpeace Chile (@GreenpeaceCL) June 30, 2021
La salmonicultura y sus efectos
La salmonicultura es la siembra y cosecha intensiva de salmónidos bajo condiciones controladas para fines comerciales. En este tipo de producción, los salmones engordan en “jaulas de redes abiertas o flotantes” ubicadas normalmente en bahías y fiordos a lo largo de las costas, una técnica que se originó en Noruega a finales de 1960.
Esta actividad es una amenaza para los océanos. Áreas de gran biodiversidad son destruidas por esta industria que busca ampliar sus centros de cultivo en zonas donde viven y transitan ballenas, delfines, pingüinos y aves, entre otras especies.
Entre los daños que puede producir la salmonicultura se encuentran: la contaminación de aguas por la constante incorporación de nutrientes, el fenómeno de la marea roja, perturbaciones en el ecosistema afectando incluso a cetáceos y delfines por el uso de antibióticos y químicos para la mantención de los salmones, entre otros.
Además, la cría de salmones representa un riesgo para las actividades tradicionales de pesca y recolección que desarrollan comunidades y pueblos indígenas ancestrales.
COMENTA AQUÍ