Noticias
Por Agustín de Vicente

Consejos para combatir la crisis climática con un consumo responsable

Compartir

La “producción” de basura no parece reducirse. Con el objetivo de comenzar a generar impactos positivos, cada vez más personas se suman a movimientos que buscan vivir generando la menor cantidad posible de residuos.

El cambio climático es una realidad hace mucho tiempo, pero hoy representa una urgencia. Así lo ha hecho saber la ONU luego que el mundo registrara sus peores récords en temperatura y el hielo antártico estuviese en sus niveles históricos más bajos, signos claros de la crisis climática. Es por eso que se requiere que la sociedad sea capaz de abordarla desde diversos ámbitos, siendo uno de ellos el de la producción de desechos.

“Por mucho tiempo hemos visto cómo cada año la producción de basura de las personas y las industrias llega a niveles impresionantes, aún cuando entendemos el gran daño ecosistémico que ésta provoca y sus consecuencias directas en el cambio climático. Lamentablemente, no se ha avanzado en la materia al paso que se debiera”, declara Elena López, cofundadora y COO de Cheaf, aplicación que trabaja en disminuir el desperdicio alimentario.

En efecto, cada año se generan sobre 1.900 millones de toneladas de basura, de ellas, un 70% termina en basurales y rellenos sanitarios, mientras que sólo un 19% se recicla, según datos de Waste Atlas, un trabajo de investigación de científicos en más de 1.800 ciudades de 164 países.

 Es por eso que la directora ejecutiva de Fundación Basura, Tamara Ortega, enfatiza en la necesidad del trabajo colaborativo entre los distintos actores de la sociedad para cambiar esta realidad. “Por un lado las políticas públicas deben normar y darnos el marco regulatorio, de lo contrario solo queda en voluntades, y la urgencia climática no nos da tiempo para que estos cambios se hagan. Por ejemplo, el proyecto de ley de residuos orgánicos que se encuentra actualmente en el Congreso y que obligará a los municipios a gestionar su fracción orgánica; o políticas públicas que regulen la importación de ropa de segunda mano”, expresa.

Además, añade, este cambio debe ser impulsado también desde el sector privado, ofreciendo alternativas en el mercado para que se pueda gestionar lo consumido a través de, por ejemplo: el reciclaje o compostaje. Y también es importante el aporte de los consumidores, adoptando hábitos que disminuyan la cantidad de basura que se produce mediante la reutilización, reparación y reciclaje, entre otras estrategias.

Cuatro consejos para ser una persona ‘zero waste’ o ‘desperdicio cero’

En esta lucha, la industria de la alimentación tiene una tarea importante. Según datos de la FAO, en el mundo un 14% de los alimentos se pierde entre la cosecha y la distribución, mientras que otro 17% se desperdicia en el proceso entre la distribución y los consumidores finales.

“Esto implica que si el desperdicio de alimentos fuese un país, sería el tercero más contaminante en el mundo, al ser medido por sus emisiones de dióxido de carbono. Es por esto que resulta primordial que las industrias, las empresas y las personas seamos capaces de preguntarnos cómo, desde nuestras acciones cotidianas, podemos reducir nuestra huella en la Tierra”, puntualiza la ejecutiva de Cheaf.

Para Elena López, muchos de los cambios que se requieren para lograr reducir nuestro impacto en el planeta, parten en la generación de una mayor conciencia en nuestros hábitos de compra y en la cocina. Por eso, la ejecutiva recomienda:

Planificar las compras y evitar la impulsividad

“Si somos capaces de conocer nuestra forma de consumir, también podremos planificar nuestras compras de tal manera que nunca tendremos que botar comida a la basura. Ser conscientes del consumo personal o del grupo familiar y planificados no sólo representa un impacto importante al medio ambiente, sino que también a la economía del hogar”.

Administrar siempre el exceso (sobre todo en alimentos)

“Por cierto que hay ocasiones donde se produce (en el caso de las personas con huertos propios), se compra o se cocina de más, pero es importante poder darle un uso a esos excesos y que no se conviertan inmediatamente en desecho. La comida al día siguiente es igual de rica y el exceso de frutas puede convertirse en un exquisito postre o mermelada. Lo importante es que siempre podamos evitar a toda costa que el alimento termine en la basura”.

Elegir empresas con políticas claras de sustentabilidad

“Cada vez, existen más y mejores alternativas en el mercado. Por eso resulta clave que las personas comiencen a migrar hacia hábitos de consumo donde privilegien los productos de empresas con una política de sustentabilidad clara y honesta. Si bien es cierto, la información puede ser engañosa, las regulaciones están avanzando para prohibirlo, como es el caso de la normativa contra el greenwashing de la Unión Europea”.

Seleccionar los espacios de compra cuando sea posible

“En el plano alimenticio, en los últimos años han surgido una enorme cantidad de empresas que buscamos darle una nueva vida a los alimentos para que estos no terminen en los basurales. ¡Es importante que los ciudadanos las prefieran! Debemos preferir este tipo de compañías en todo ámbito de cosas: al hablar de moda, preferir marcas slow fashion; al hablar de artículos de aseo, preferir aquellos que ocupan elementos biodegradables, etc. Estos actos que parecen ser pequeños suman una reducción enorme cada año”.

Si te interesa recibir noticias publicadas en ¿Cuál es tu huella?, inscribe tu correo aquí
Si vas a utilizar contenido de nuestro diario (textos o simplemente datos) en algún medio de comunicación, blog o Redes Sociales, indica la fuente, de lo contrario estarás incurriendo en un delito sancionado la Ley Nº 17.336, sobre Propiedad Intelectual. Lo anterior no rige para las fotografías y videos, pues queda totalmente PROHIBIDA su reproducción para fines informativos.

COMENTA AQUÍ

Un medio de comunicación desarrollado por Visual Producciones con mucho ❤️

Powered by Global Channel