Atacama Fashion Week: un llamado de atención desde el Desierto de Atacama

Inspirada en las grandes semanas de la moda, la acción contará con modelos que vestirán prendas desechadas en un vertedero a cielo abierto, en Chile.

En la ciudad de Alto Hospicio se alza una montaña imponente, pero no de piedra o arena. Es una montaña formada por más de 59 mil toneladas de ropa desechada, visible incluso desde el espacio. Este montículo no es solo un fenómeno asombroso, sino un símbolo potente de los excesos del consumismo y la industria de la moda rápida. Este escenario, que podría ser confundido con un set de cine, es en realidad un foco de alerta ambiental y social.

Frente a este desafío, la organización no gubernamental (ONG) Desierto Vestido, en colaboración con Fashion Revolution y el Instituto Febre, ha lanzado una iniciativa audaz: la Atacama Fashion Week. Esta semana de la moda no es una celebración de la vanidad, sino un acto de protesta y concienciación. Se lleva a cabo precisamente en el vertedero de Atacama, donde los modelos desfilan con prendas recicladas de la misma montaña de ropa.

El evento busca capturar la atención del mundo de la moda, un sector que, aunque consciente de sus problemas de sostenibilidad, ha mostrado una acción limitada. Con el respaldo de personalidades influyentes y la cobertura global, Atacama Fashion Week no solo es un espectáculo de moda, sino una plataforma para discutir soluciones reales y sostenibles.

La magnitud del problema es abrumadora. Los desechos de ropa en Atacama son principalmente de la moda rápida, proveniente de mercados de Estados Unidos, Europa y Asia. Estas prendas, de baja calidad y a menudo defectuosas, pueden tardar hasta 200 años en descomponerse. Además, el sitio a veces es utilizado para la quema clandestina de ropa, exacerbando la crisis climática local.

Este proyecto no solo destaca la necesidad de un cambio en la industria de la moda, sino que también llama a la acción pública y privada para abordar la crisis. "Atacama ya no puede esperar", enfatiza Ángela Astudillo, cofundadora de Desierto Vestido. La urgencia es clara, ya que el sector de la moda necesita reducir a la mitad sus emisiones para 2030 para evitar un aumento catastrófico de 1.5 °C en las temperaturas globales.

A través de la Atacama Fashion Week, se busca también influir en las políticas públicas y fortalecer los compromisos de las marcas hacia prácticas más sostenibles. "Todos tenemos un rol que cumplir", afirma Fernanda Simon, directora ejecutiva de Fashion Revolution Brasil. Desde los gobiernos hasta los ciudadanos, es fundamental una acción coordinada y comprometida para enfrentar estos desafíos.

Visite www.atacamafashionweek.com para más información y descubra cómo puede contribuir a esta causa crucial.

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