Iniciativa logra reciclar y reutilizar 145 kilos de mascarillas

Las mascarillas están confeccionadas con diminutas fibras de polipropileno, un material que prácticamente no se degrada.

Los ministerios del Medio Ambiente y de Ciencias se unieron a la Universidad de Concepción y a la Pesca Industrial de la Región del Biobío en un proyecto de economía circular. Como resultado se han obtenido unos atractivos sets de posavasos, maceteros y portalápices desarrollados íntegramente a partir de mascarillas recicladas.

La idea surgió a inicios de la pandemia para dar un uso sustentable a las más de 20.000 mascarillas quirúrgicas utilizadas cada semana en las plantas pesqueras del Biobío. Estos elementos de protección personal son fundamentales para prevenir contagios, pero representan un severo riesgo ambiental. 

Las mascarillas están confeccionadas con diminutas fibras de polipropileno, un material que prácticamente no se degrada, contamina distintos ecosistemas y daña a la avifauna. 

La presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros (ASIPES), Macarena Cepeda, adelantó una segunda etapa del proyecto, en donde buscan sumar más plantas.

“Nuestro sueño es que este proyecto crezca y sea replicado por otras industrias en todo Chile. En la segunda etapa se aumentarán el volumen recuperado de mascarillas y le dará continuidad gracias al compromiso de las empresas y los trabajadores”, dijo Cepeda. 

En cada planta existen contenedores diferenciados para la recolección de las mascarillas, que son retiradas mensualmente y sometidas a un riguroso proceso de sanitización. 

Proyección y diversificación

La iniciativa nació en la Mesa Social del Gobierno Regional, donde participa la Asociación de Industriales Pesqueros, ASIPES, y fue impulsada por las Seremis de Ciencia y del Medio Ambiente. La ejecución está a cargo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT), de la Universidad de Concepción. 

Conforme avanzó la pandemia, aumentó su relevancia y desde julio a diciembre de 2020 se recolectaron más de 145 kilos de mascarillas de tipo tres pliegues y N95, que tras un proceso mecánico se convirtieron en posavasos. 

El director ejecutivo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción, Álex Berg Gebert, destacó la vinculación con uno de los sectores productivos más relevantes de la región, lo que permitió amplificar el efecto de las innovaciones desarrolladas en el centro. 

“Junto con la Asociación de Industriales Pesqueros, desarrollamos una solución que no es solo a nivel conceptual o de laboratorio, sino que fuimos capaces de escalarlo a un nivel piloto y generar productos de valor comercial a partir de este desecho”, afirmó Berg.

Los buenos resultados del piloto permitieron ampliar y formalizar un servicio de valorización del desecho. Es así como desde enero a la fecha se han recolectado 345 kilos y se trabaja en generar otros productos. A las cuatro plantas iniciales -de las empresas Landes, Blumar, PacificBlu y Camanchaca- se sumaron otras tres unidades, operadas por Blumar, Orizon y Camanchaca.

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La Pesca Industrial priorizó esta iniciativa y, a partir de este año, las empresas participantes asumirán los costos del tratamiento, de manera de dar continuidad al proyecto y contribuir a controlar el efecto ambiental de estos elementos de protección personal. 

A mediano plazo la iniciativa aspira a lograr un modelo de circularidad que permita obtener productos plásticos que puedan ser utilizados en objetos o utensilios cotidianos, como regalos corporativos o artefactos presentes en sus salas de ventas o casinos. 

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