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Por Agustín de VicenteAshwagandha: la planta “milagrosa” de TikTok podría causar efectos adversos si se consume sin control

Aunque es promocionada como un remedio natural para el estrés, la ansiedad y el insomnio, especialistas advierten que su uso sin supervisión médica podría provocar desde malestares digestivos hasta daño hepático.
En redes sociales como TikTok e Instagram, la ashwagandha se ha ganado un lugar protagónico como un suplemento “natural y milagroso” para mejorar la calidad del sueño, reducir el estrés y aumentar la energía. Sin embargo, detrás de su fama viral, esta planta medicinal milenaria podría tener efectos adversos si se consume sin la debida orientación.
Conocida científicamente como Withania somnifera, la ashwagandha es una planta originaria de la India y utilizada desde hace siglos en la medicina ayurvédica, una práctica ancestral que promueve el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu.
La doctora Carolina Otero, inmunóloga y académica de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello (UNAB), señala que esta planta actúa como un adaptógeno, es decir, “una sustancia que ayuda al organismo a enfrentar situaciones de estrés y restaurar su equilibrio interno”.
“Se ha observado que la ashwagandha puede contribuir a reducir la ansiedad, mejorar la calidad del sueño, aumentar la fuerza muscular y apoyar la función cognitiva, favoreciendo la memoria y la concentración”, afirma Otero.
En Chile, su creciente popularidad ha impulsado su cultivo en algunas regiones y su comercialización en distintas formas: cápsulas, polvo e infusiones.
Efectos secundarios y advertencias
Pese a los beneficios atribuidos, la académica advierte que su uso debe ser moderado y supervisado, ya que “solo es segura cuando se consume por vía oral, en dosis adecuadas y por un periodo máximo de tres meses”.
Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran el malestar estomacal, diarrea, náuseas, somnolencia y dolor de cabeza. Casos más graves incluyen daño hepático severo e incluso insuficiencia hepática, especialmente en personas con predisposición o que consumen dosis elevadas.
“También existe riesgo de interacción con fármacos inmunosupresores, hipoglucemiantes y medicamentos que inducen somnolencia”, añade la especialista.
No apta para todos
El consumo de ashwagandha está contraindicado en mujeres embarazadas, ya que podría inducir contracciones uterinas y riesgo de aborto. Tampoco se recomienda para personas con enfermedades autoinmunes, trastornos hormonales, problemas hepáticos o pacientes en tratamiento por cáncer de próstata.
Conclusión: ¿aliada o amenaza para la salud?
La ashwagandha puede ser una aliada dentro de un enfoque integral para el bienestar, pero no es una solución mágica. “Aunque sus beneficios son prometedores, su uso debe ser informado y supervisado por profesionales de la salud. Lo natural no siempre es sinónimo de seguro”, concluye Otero.
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