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Por Agustín de VicenteLo necesario y lo peligroso en la habitación del bebé
Más allá del color y del estilo que lucirá el ambiente, lo fundamental es que cuente con lo necesario, con lo que no puede faltar.
En la vorágine que significa recibir al nuevo integrante de la familia, a menudo se compran muebles u objetos inadecuados, incómodos y hasta inútiles. O se adquieren muchas prendas para recién nacido que el bebé no alcanza a usar nunca. Lo ideal es pensar detenidamente qué es lo que realmente se va a necesitar.
La llegada de un bebé reviste un sinfín de cambios en la familia y en la casa. Se modifican los horarios y los hábitos. Se incrementan los gastos mensuales, sobre todo en los pañales que usará durante meses. Hay que montarle una habitación y, de no haberla, transformar el estudio en un cuarto infantil. Y eliminar todo objeto peligroso, que pueda hacerle daño cuando empieza a deambular.
Lo que no puede faltar en la habitación del bebé
A mediados del embarazo la familia empieza a armar la habitación del bebé. En general espera a saber el sexo para elegir los colores que la decorarán. U opta por tonos unisex cuando pretende sorprenderse en el momento del parto. Pero más allá del color y del estilo que lucirá el ambiente, lo fundamental es que cuente con lo necesario, con lo que no puede faltar.
El mudador
A simple vista puede no parecer imprescindible, pero lo es. Un mudadores un mueble pensado y diseñado para cambiar al bebé. Con ese fin, cuenta con una superficie mullida y anatómica para recostarlo. Y con un espacio para apoyar todo lo necesario para desarrollar esa tarea. Es una estructura ideal para el cambio de pañales o ropa porque brinda la altura justa y la disponibilidad de los elementos necesarios.
Es frecuente que los adultos cambien al bebé sobre la cama o el sillón. Pero eso requiere que estén agachados. Los mudadores presentan la altura necesaria para cambiarlo estando erguido. Cuentan con contención para que el niño no se caiga, a diferencia de las camas o sillones en los que puede moverse y rotar. Y disponen de un sitio para apoyar y maniobrar el pañal, las toallitas húmedas, el algodón, el talco y las cremas empleadas.
Por otro lado, el mudador bebe puede ser también un mueble de guardado. El mercado ofrece muchos modelos que cuentan con estantes y/o cajones en la parte inferior. Allí se pueden guardar todos los insumos que intervienen en el cambio y la higiene, toallas y ropa del bebé. Están destinados a colaborar con el ahorro de espacio en el cuarto infantil. Una cómoda mudador puede reemplazar a una cajonera y un cambiador.
La cuna
Cuando nacen, los bebés duermen un promedio de 16 horas diarias. Y aunque con frecuencia los primeros meses lo hacen en la cama paternal, deben tener una cuna. Tarde o temprano la usarán y debe cumplir con determinadas características para que sea amplia, cómoda y segura. Así que, además de comprar pañales en oferta hay que conseguir una que puede usar hasta pasar a la cama. Un moisés, por ejemplo, le quedará chico rápidamente.
Para garantizar la integridad y seguridad del bebé, entre el colchón y la baranda o el borde de las paredes perimetrales debe haber por lo menos 60 centímetros. Esa profundidad es suficiente para que no pueda caerse hacia afuera. Si cuenta con barrotes, éstos tienen que estar distanciados unos 5 o 6 centímetros. De este modo el bebé no podrá atravesarlos con una parte del cuerpo.
Es importante señalar un punto en relación a la estabilidad de la cuna. Algunas de ellas se comercializan con ruedas para facilitar su movilidad de la habitación paternal a la del bebé. Pero esto puede ser peligroso. Dos de las ruedas tienen que tener sí o sí freno. De lo contrario, los movimientos del bebé pueden causar su desplazamiento.
El colchón de la cuna tiene que ser lo suficientemente duro para que el bebé no se hunda ni padezca dolores musculares. Para evitar que se deforme, tiene que quedar justo pero no apretado respecto del perímetro de la cuna. No es aconsejable que los bebés usen almohada antes de los dos años de edad porque pueden asfixiarse con ella.
Silla o sillón mecedor para amamantar
Al igual que los mudadores bebe, las sillas o sillones mecedores parecen no ser necesarios. Así como se pueden cambiar los pañales oferta sobre la cama, las madres pueden amamantar al bebé en cualquier asiento. Pero no es tan cómodo como en uno especialmente diseñado para eso. Que sea cómodo y agradable es tan importante como el hecho mismo de lactar.
Tanto la mamá como el bebé pueden estar relajados durante el tiempo que dure ese momento sagrado. Por su forma, la mecedora permite que la madre pueda tener la totalidad de la espalda recta y apoyada. Y gracias a sus reposabrazos le es más fácil sostener al bebé. Además, el vaivén de este tipo de asiento facilita que el bebé se duerma, algo difícil en muchos casos.
Recomendaciones para la decoración del cuarto del bebé
A la hora de decorar la habitación del bebé hay que tener en cuenta que algunos tonos pueden afectar su desarrollo cerebral. Según algunos estudios científicos es recomendable emplear los colores de la naturaleza para que impacten positivamente. En el empapelado, en los muebles y hasta en la ropa de cama debería usarse esta paleta.
Otro consejo tiene que ver con la iluminación. Es necesario que el dormitorio del bebé cuente con cortinas que permitan regular el ingreso de la luz natural. Del mismo modo, se aconseja colocar una lámpara o velador que brinde una luz suave para el momento de amamantarlo o dormirlo.
Además de atender a la oferta pañales, hay que pensar en la seguridad del cuarto. Debe tener una ventilación adecuada y mosquitero en las ventanas para evitar que los insectos piquen al bebé. Los muebles deben tener las esquinas redondeadas y sobrepasar altura del niño para que no pueda treparse. Y no puede haber objetos lo suficientemente pequeños como para que el infante pueda ingerirlos.