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Por Franco Durán DuchensIniciativa de reciclaje químico busca revalorizar plásticos nocivos
La propuesta busca reducir la cantidad de este tipo de residuos que llegan a nuestros océanos y dar un nuevo impulso a la industria del reciclaje en nuestro país.
150 millones de toneladas de plástico es lo que se acumulan actualmente los océanos. La contribución anual de Chile a esta realidad es cercana a las 26 mil toneladas anuales de envases y embalajes específicamente de poliestireno, del cual el 1 por ciento se valoriza. Es por esto que la Universidad de Chile inició un proyecto que busca darle un valor agregado a este material por medio del reciclaje químico.
Se trata de una de las 21 seleccionadas en el IX Concurso IDeA Investigación Tecnológica Fondef 2020 que dará valor agregado a los residuos de poliestireno a través del reciclaje químico. De esta manera se desarrollaría una economía circular de plásticos nocivos.
“Se pretende obtener estireno, un solvente orgánico de alto valor comercial que podrá ser utilizado en el proceso de valorización de las botellas de PET, para obtener finalmente resinas comerciales que produzcan fibras de vidrio. De esta manera, se generará un impacto social al trabajar con la asociación de recicladores de base, y también se evitará que los residuos lleguen al medio ambiente”, explicó Humberto Palza, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile.
El proyecto nació de la colaboración entre investigadores de la U. de Chile, el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM) y la empresa Coexpan, y surge en medio de la entrada en vigencia del Decreto Supremo 12 de Envases y Embalajes. Su objetivo es contribuir con capacidades tecnológicas al cumplimiento de las metas de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (REP), que establece para estas empresas el deber de valorizar al menos en un 45 por ciento los residuos de poliestireno hacia el año 2030.
Tecnología de alto impacto social
Cerca de US$ 25 millones al año pierde la industria nacional por no recuperar el valor económico de estos residuos que, además, contaminan gravemente nuestros mares. Esto se debería a las tecnologías limitadas y poco sustentables que actualmente se utilizan para reciclar en Chile. En este sentido, la propuesta de transformar plásticos dañinos como el poliestireno en plásticos amigables con el medio ambiente ofrece una alternativa al reciclaje mecánico del plástico, que se basa en el uso de temperatura para fundir el material.
La finalidad del proyecto es darle valor al plástico y que exista un cambio de mentalidad, “como tendrá valor, existirá un incentivo para que la gente no lo bote y piense en el reciclaje. La botella PET una vez que se utiliza, se bota. Ahora tendrá un valor diferente y se utilizará por más tiempo”, agrega, el académico, agregando que, “la idea es que las personas ahora cuando compren algo, luego de ocuparlo, lo guarden y lo reciclen, ya que tendrá mayor valor. Existirán empresas que compren estos productos. Hablamos de valorización, no botas oro o plata, botas plástico, porque no tiene valor”, aseguró Palza.
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