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Por Agustín de VicenteCientíficos chilenos descubren miles de nuevos virus en la Antártica que podrían ser clave frente al cambio climático

El estudio, realizado en la bahía Chile, demuestra cómo el microbioma regula la cadena trófica y podría verse afectado por el calentamiento global.
En uno de los ecosistemas más frágiles y estratégicos del planeta, un equipo científico chileno ha logrado un avance sin precedentes en la comprensión del microbioma marino polar. Tras más de una década de trabajo en el océano Austral, la doctora Beatriz Díez y su equipo han identificado miles de nuevos virus en aguas antárticas, revelando su rol en el equilibrio del ecosistema y su potencial influencia ante el cambio climático.
La investigación, realizada en la bahía Chile de la península Antártica en el marco del Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN) del Instituto Antártico Chileno (INACH), reveló más de 2.400 genomas virales desconocidos, incluyendo virus gigantes y bacteriófagos. Estos hallazgos aportan evidencia crucial sobre la diversidad genética y las adaptaciones moleculares de los virus a temperaturas bajo cero.
“Estos virus tienen un rol clave en la regulación de los ciclos de nutrientes y la salud del ecosistema marino. Comprender cómo interactúan con el plancton nos permite anticipar cómo el cambio climático podría afectar a toda la red alimentaria antártica”, explicó la Dra. Díez.
Impacto en la cadena trófica polar
Los virus identificados infectan al fitoplancton y bacterioplancton, productores primarios esenciales en el océano Austral. Al controlar su abundancia, influyen directamente en la disponibilidad de alimento para especies fundamentales como el kril, peces, aves marinas y mamíferos como focas y ballenas.
Además, los investigadores detectaron proteínas virales modificadas estructuralmente para operar a temperaturas bajo cero, demostrando una notable capacidad de adaptación a condiciones extremas. Otro hallazgo relevante fue la presencia de mecanismos de transferencia horizontal de genes, lo que promueve la evolución de las comunidades microbianas y refuerza su resiliencia ante cambios ambientales.
La amenaza del cambio climático
La península Antártica es una de las regiones del planeta que se está calentando más rápidamente, y este fenómeno ya estaría afectando la composición del fitoplancton, base de la cadena alimentaria. Cambios en este nivel podrían alterar profundamente todo el ecosistema marino del continente blanco.
Frente a esto, el Observatorio Marino de Bahía Chile, impulsado por el equipo científico de la Dra. Díez, se posiciona como un referente en investigación polar. Sus aportes son clave para entender cómo los océanos regulan el clima y cómo proteger la biodiversidad microbiana que actúa como sumidero de carbono: la Antártica captura cerca del 20 % del CO₂ global.
“Conocer y proteger la biodiversidad microbiana es fundamental para el futuro del equilibrio climático del planeta”, concluyó la investigadora.
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